Un texto de Alejandro Arzate, aficionado nexcaxista.
Voy a tratar de narrar en este espacio un acontecimiento que marcó mi vida para siempre. Nos situamos en la década de los sesentas. Tras la Segunda Guerra Mundial, se analiza la visión de la clase política mexicana sobre el futuro económico. Por su parte, en un mundo paralelo al político, el campeonato mexicano de fútbol se jugaba en 30 jornadas y el equipo que hiciera mas puntos era el campeón, como se juega en la mayoría de ligas del mundo. La liga era un reflejo del modelo económico que se ejercía en nuestro país en estos años. Hablo del famoso Milagro mexicano, o como le dicen los gringos, " Mexican Moment". Este movimiento impulsó un plan agrario integral y la industrialización rural, también se creó el ISSSTE, entre otras buenas cosas. Al concluir el torneo, se jugaba uno de copa; después era el receso para realizar nuevas contrataciones y el trabajo de acondicionamiento físico como preparación para el siguiente torneo. La pretemporada pues.
En estos recesos se organizaban torneos invitando a equipos extranjeros a participar en cuadrangulares. De los equipos que recuerdo con cariño son el UDA DUKLA de Praga, el Partizan de la antigua Yugoslavia (hoy Croacia y Bosnia Herzegobina) el Botafogo, el Palmeiras, el Santos de Brasil y algunos otros equipos que se borraron en mi memoria. Una vez vino el Barcelona por ahí del 67. Es menester recordar que el Mundo en los 60's vivía la constante tensión de la bipolaridad, los capitalistas contra los socialistas y que México, a pesar de su neutralidad, estuvo inmerso en negociaciones con Estados Unidos y Rusia. En fin... Mi hermano Mariano me llevaba 10 años de edad y en una ocasión fuimos juntos al estadio de C.U. creo o al de la Ciudad de los Deportes, (todavía no existía el Azteca) a un partido entre el Necaxa y el Santos de Brasil con todo y sus grandes estrellas ¡Con todo y Pelé!
Recuerdo el uniforme a rayas rojas y blancas del Necaxa y el uniforme blanco rayando casi en lo virginal del Santos, esto debido al contraste con la piel obscura de la mayoría de los jugadores cariocas. Mientras el Necaxa se preparaba para concretar una gran hazaña, Brasil se preparaba para una hazaña todavía más grande, el golpe de estado contra el presidente Joao Goulart. Goulart había anunciado en los medios de comunicación que iba a llevar al país a un estado comunista, así que como película de Marvel, el Capitán América llegó a patear traseros de izquierda y con ello, en Brasil se instaló una dictadura militar.
Me estoy adornando creo, pero el acontecimiento vale la pena, y es que el Necaxa venció al Santos, nada más y nada menos que el equipo de la década carioca (Campeón en 1961, 1962, 1963, 1964, 1965 y 1968,) por un marcador de 4-3. Con destacada actuación de jugadores como Pedro Delacha (defensa argentino) que sacó a Pelé a patadas del partido, el Necaxa sacó una victoria que valía mucho más que tres puntos. La idea era ganarle al mas grande de todos los tiempos. No estoy seguro si el portero del Necaxa era Jorge Morelos o Antonio (Toño) "El Piolín" Mota. Algunos otros jugadores eran, por supuesto " El Pichojos" Perez, el uruguayo Pancho Mayewsky etc.
El caso es que ese partido cambio mi vida porque desde ese día soy necaxista de hueso colorado.
Quiero recordar algunos nombres de destacados jugadores necaxistas de todas las épocas como "el chatito ortiz" delantero zurdo, o el "Yuca" Peniche extremo derecho. En épocas mas recientes el gran portero peruano Walter Ormeño o el delantero Manuel Lapuente, jugadores de la talla de Alex Aguinaga, Cuauhtémoc Blanco o el propio Zague. Obviamente estoy olvidando a muchísimos mas que finalmente, acompañaron mi deambular por el fútbol de México como afiocionado al Necaxa.
